miércoles, 27 de agosto de 2014

CORRER. UNA ACTIVIDAD MUY BENEFICIOSA PARA NUESTRO ORGANISMO

Hace unas semanas os di unos pequeños consejos a todos aquellos que queréis comenzar a correr pero no sabéis cómo hacerlo. Hace unos días os hablé del peligro que conlleva para nuestra salud no realizar ninguna actividad deportiva. Aún así, hay gente que todavía dice aquello de “pero es que da tanta pereza salir a correr ahora…”
Ahí os tengo que dar un poco la razón. Al principio da un poco de pereza calzarse las zapatillas y salir a correr. Pero es algo que sólo pasa el primer día. Ya desde la primera salida que haces empiezas a notar los beneficios, cuando llegas a casa te encuentras mucho mejor que cuando saliste. Esto hace que al día siguiente no te cueste tanto salir. Y, día a día, te vas encontrando mejor y van aumentando tus ganas de correr.
El objetivo del post de hoy es el de convencer a todos aquellos que os quedáis sentados en el sofá cada tarde porque os “da pereza” levantaros a por vuestras zapatillas. Si el hecho de saber lo malo es que el sedentarismo para nuestro organismo no fue suficiente para convenceros, hoy os voy a hablar de los beneficios que nos aporta una actividad tan sencilla como es la de correr.
Como no, he de enumerar beneficios como que el hecho de correr va a hacer que reduzcáis el colesterol malo (LDL) y que aumentéis el colesterol bueno (HDL), lo que os ayudará a prevenir enfermedades cardiovasculares, ayuda también a prevenir la diabetes de tipo 2, mejora el sistema inmunológico, acelera el metabolismo haciendo que controléis mejor peso y talla, hace que segreguemos endorfinas, por lo que mejora el humor, relaja, ayuda a combatir el estrés, la ansiedad y la depresión, entre otros.
Estos son beneficios que obtendréis de casi cualquier actividad física que queráis realizar. Pero yo hoy quiero ir un poco más allá. Hoy os voy a comentar los resultados de diversos estudios realizados por importantes instituciones de todo el mundo, estudios que han demostrado que correr es una actividad que aporta muchos más beneficios a nuestro organismo de los que se pensaba. Unos beneficios sorprendentes.
Voy a comenzar por el que es, para mí, el resultado más sorprendente de todos los que he leído. La Universidad Monash de Australia ha demostrado que la gente que corre de manera regular produce más cartílago que los sedentarios. Sí, en contra de lo que se pensaba, que correr es malo para la rodillas, que produce desgaste, se ha comprobado que es al contrario, que se aumenta la producción de cartílago con esta actividad, lo que os protegerá de la temida artritis.
Otro estudio realizado en Australia que publicó la American College of Sports & Medicine, concluye que correr mejora la respuesta ante el dolor. Este estudio se realizó comparando un grupo de corredores con un grupo de gente sedentaria. Observaron que la gente que corre regularmente tiene el umbral de dolor más alto, es decir, soportan mejor el dolor.
Hay una universidad en EEUU., la Universidad de Illinois, que da mucha importancia al estudio de los beneficios que la actividad física tiene en nuestro organismo. Sobre todo estudia los beneficios del running. Esta universidad demostró que correr acelera el proceso por el que las células del cuerpo generan nuevo músculo. Está demostrado que, a partir de una determinada edad, la masa muscular se va degenerando, la vamos perdiendo. Pero, según se ha demostrado en esta universidad, correr retrasa este proceso degenerativo.
También en la Universidad de Illinois compararon las influencias que tiene esta actividad en el cerebro, comparándolo con otros estímulos mentales, y observaron que correr aumenta de forma notable las capacidades cognitivas. Es decir, correr es el mejor estímulo para el cerebro.
Otro estudio interesante fue el realizado en la Universidad Europea de Gottemburgo (Suecia). Éste se realizó sobre personas que sufrían migrañas. Observaron que las personas que adoptaron la rutina de correr unos 40 minutos 3 días a la semana redujeron los ataques de este temido dolor y, además, cada vez estaban más espaciados en el tiempo.
Cómo no, he de destacar un estudio realizado durante 17 años sobre 2500 personas de edad media. Se probó que los que corrían de manera regular eran menos propensos a contraer cáncer, sobre todo cánceres intestinales y de pulmón. Vieron que cuanto más frecuentemente corrían, mejores eran los resultados de los exámenes médicos.
También he de hablar de los huesos. Todo el mundo sabe que realizar actividades de intensidad moderada aumenta la densidad ósea, lo que nos protege contra fracturas y la osteoporosis que aparece con la edad. Pero la Universidad de Missouri ha probado que los ejercicios de alta intensidad, como correr, protegen mejor los huesos y los refuerza de manera más sólida. Es decir, correr nos hace los huesos más fuertes de lo que pensábamos.
Y, por último os comento un estudio curioso que realizó la Universidad de Bellarmine comparando mujeres corredoras con mujeres sedentarias. En este estudio se observó que las mujeres que corren regularmente tienen el oído más fino que las sedentarias (aproximadamente el 8%). Por lo visto, cuando corremos aumenta el riego sanguíneo en el pabellón auditivo, aportando nutrientes que hacen que este sentido mejore.
Como veis, correr nos mejora por dentro y por fuera… ¿Qué más queréis?



¿Seguís teniendo pereza? Pues os invito a que os forcéis un poco. Forzaos a poneros de pie. Forzaos a poneros vuestras zapatillas de running. Salid a la calle y corred. Comenzad poco a poco, ya os comenté cómo hacerlo. Veréis que ésta es una actividad muy agradecida, notaréis los beneficios desde el mismo día que comencéis y, día a día, los notaréis más. No por nada somos tantos los enamorados de este deporte. J

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