lunes, 25 de agosto de 2014

¿REALIZAR EJERCICIO DURANTE EL EMBARAZO? SÍ, SE PUEDE

Durante los años que llevo dedicándome al fitness y la actividad física son muchas las alumnas que se han quedado embarazadas. Todas ellas acuden a mí con las mismas preguntas: “Divi, ¿tengo que dejar de entrenar?”, “¿puedo seguir haciendo clases?”, “¿tengo que dejar de hacer pesas?”. Y mi respuesta, como no, siempre la misma: por supuesto que podéis seguir haciendo deporte, no tenéis por qué dejar de entrenar.
Parece mentira, aunque la sociedad avanza a pasos agigantados, mucha gente sigue anclada en los años 60 en lo que respecta al embarazo. Muchísima gente trata a la mujer embarazada como si sufriese alguna enfermedad paralizante. Piensan que una mujer embarazada ha de quedarse bien quieta y dedicarse a comer. Gran error, amigos, una mujer embarazada sigue siendo una persona con plena capacidad para realizar cualquier actividad, a no ser que sufra algún tipo de riesgo, pero éstas son una minoría, y es el médico el que se encargará de decirle que pare.
Por el contrario, realizar alguna actividad física durante los meses de gestación va a aportar grandes beneficios a la mujer, ya que la práctica de ejercicio durante estos meses hace que el cuerpo esté más preparado favoreciendo el parto, palía los dolores lumbares que todas sufrís durante el último trimestre de gestación, previene la aparición de diabetes gestacional, ayuda a que vuestro peso no aumente más de lo necesario, mejora el crecimiento de la placenta, estimula la circulación sanguínea (lo que hace que disminuyan los calambres y la hinchazón de pies que aparecen durante los últimos meses), aumenta la energía y sube la moral.
Como veis, realizar ejercicio durante el embarazo es muy beneficioso. Eso sí, hay que saber lo que se hace y cómo. Hoy os voy a dar unos pequeños consejos para que podáis disfrutar del deporte durante esos meses tan especiales.
El primer consejo que os voy a dar es que os pongáis en manos de profesionales. El primero, por supuesto, el ginecólogo. Él os hará las pruebas necesarias para saber si hay algún tipo de riesgo (hematoma, desprendimiento…). Si vuestro ginecólogo considera que vuestro embarazo es seguro y queréis hacer ejercicio, no lo hagáis por vuestra cuenta, dejaos asesorar por un profesional. Aunque estéis acostumbradas a correr, a nadar, a trabajar con pesas, etc., vuestro entrenamiento ha de sufrir modificaciones. ¿Por qué? Fácil:
-                       Primero, porque desde el primer día de embarazo vuestro cuerpo va a sufrir cambios importantes. Durante el primer trimestre no notaréis el peso del feto ni ningún cambio especial, pero los hay. Además es el período de mayor riesgo de aborto, por lo que hay que bajar la intensidad del entrenamiento. A partir del segundo trimestre el riesgo de aborto disminuye, pero el tamaño del vientre comienza a aumentar, por lo que se han de modificar las posiciones del cuerpo para el entrenamiento (sobre todo en el entrenamiento con pesas). El tercer trimestre es en el que más vamos a notar los beneficios de la actividad física pero los impedimentos físicos son mayores, por lo que se tiene que volver a modificar la manera de entrenar, tanto la posición del cuerpo como la intensidad.
-                       Segundo, porque vuestro cuerpo va a segregar elastina, una hormona que aumenta la elasticidad de los tejidos (imprescindible para que el útero adquiera el tamaño necesario). Pero esta hormona no se segrega sólo en el útero, se segrega por todo el cuerpo, por lo que vuestros tendones y ligamentos van a estar muy laxos durante este período, aumentando el riesgo de sufrir lesiones como, por ejemplo, luxaciones, si un ejercicio está demasiado forzado o poco controlado.
-                       Tercero, porque a partir de la semana 20 el peso del útero aumenta considerablemente por lo que, si se realizan ejercicios decúbito supino (boca arriba) se puede producir una disminución del flujo sanguíneo y provocar mareos y desvanecimientos.
Por otro lado, si nunca habéis realizado ninguna actividad y queréis comenzar durante el embarazo, sólo un buen profesional os dirá cómo hacerlo. No podéis empezar ninguna actividad durante este período como si nada. Se ha de empezar poco a poco y, siempre bajo una buena supervisión.
Como veis todo cambia, y sólo un profesional del campo en el que os mováis sabrá deciros lo que tenéis que hacer y cómo hacerlo para poder seguir disfrutando de vuestro deporte preferido durante estos meses.
También os tengo que aconsejar que bajéis el ritmo de vuestro entrenamiento. Este no es el momento para competir con nadie ni en velocidad, ni en resistencia, ni en fuerza. Es el momento de disfrutar haciendo deporte.
Si vuestro deporte implica algún tipo de contacto (artes marciales, rafting, escalada…) os tengo que pedir que aparquéis durante estos meses vuestra disciplina, que la cambiéis por otra especialidad. Es muy malo sufrir golpes durante el embarazo y en este tipo de deporte es imposible evitar los golpes al 100%. Recordad vuestro objetivo, disfrutar del deporte. Lo lograréis si evitáis los riesgos.
Cómo no, algo que digo a todas horas, escuchad vuestro cuerpo. Notaréis cambios casi a diario, y cada día tendréis sensaciones muy distintas a las del día anterior. Comentadle a vuestro entrenador o preparador, al profesional que hayáis escogido, vuestras sensaciones. Habrá días que os notaréis con energía para entrenar como os toca, pero habrá días que estaréis más cansadas. Vuestro preparador os aconsejará si es bueno que entrenéis (bajando el ritmo, eso sí), o si es mejor que descanséis ese día. A este respecto también habéis de tener en cuenta que cada persona es un mundo. No os comparéis nunca con nadie. Puede que vuestra compañera de la clase de preparto se haga todos los días 5 km. corriendo y que después vaya al gimnasio a hacer una rutina de pesas, y que lo esté haciendo hasta el mismo día del parto. No queráis ser como ella. Hay personas que pueden estar activas hasta el último momento y hay personas que han de parar mucho antes. Lo dicho, escuchad vuestro cuerpo, él es inteligente y os dirá exactamente lo que necesita.
También habéis de tener mucho cuidado con la temperatura corporal. Durante la actividad física nuestra temperatura aumenta. Vosotras no debéis dejar que la vuestra aumente demasiado, ya que puede ser nocivo para el feto. Lo aconsejable es que no aumentéis las pulsaciones por encima del 70% de vuestra frecuencia cardíaca máxima. Y, esto lo digo sobre todo para las que entrenáis en la sala de pesas, no os quedéis en apnea (sin respiración). Bajad las cargas de manera que podáis moverlas con comodidad, respirando correctamente (cogiendo aire en la fase de bajada y soltándolo en la de subida). ¡No cortéis el ritmo de respiración jamás!
Y un último consejo, pero no por ello el menos importante: durante estos meses no hagáis ejercicio con la finalidad de bajar peso. Pensad que vais a aumentar de peso sí o sí, pero que ello no significa que estéis gordas. ¡Estáis embarazadas! Durante estos meses realizad ejercicio para encontraros bien, para disfrutar del deporte por el deporte.



Como veis, no tenéis por qué dejar de disfrutar de lo que más os gusta simplemente porque estáis embarazadas. Bien al contrario, vuestra actividad preferida puede hacer que disfrutéis todavía más de estos meses tan especiales. Pensad que es lo primero que hacéis con vuestro hijo, lo primero que compartís. ¡Disfrutadlo! J

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