sábado, 6 de septiembre de 2014

NATACIÓN. UNA ACTIVIDAD QUE TODOS DEBERÍAMOS PRACTICAR

Septiembre, ese mes en el que se acaba el verano. Se acaba a finales, pero la gente se empeña en entrar en el otoño el mismo día 1. Las playas se quedan vacías, poco a poco se van cerrando las piscinas municipales, se van abriendo los colegios e institutos y la gente vuelve a su estrés diario.
Con el cierre de las piscinas y el abandono de las playas, muchos dejan de lado una gran práctica, dejan de nadar hasta que se declara oficialmente abierta la temporada estival siguiente. Pensadlo un poco. ¿Cuántos largos habéis hecho este año en la piscina de vuestra localidad? Los que habéis veraneado en la costa, ¿cuántas veces habéis ido hasta la boya más cercana y habéis vuelto? Sinceramente, ¿no os encontrabais mejor conforme acababais de nadar? Entonces, la pregunta es: ¿por qué dejarlo cuando acaba el verano?
Todo el mundo va tomando consciencia poco a poco de lo importante que es realizar algún tipo de actividad física para la salud. Así, podemos ver cada vez más gente apuntándose a gimnasios, corriendo, saliendo en bicicleta… Pero, no sé por qué, mucha gente todavía deja de lado una actividad tan completa como la natación conforme acaba el verano. No, no lo hagáis. Aprovechad que cada vez hay más piscinas climatizadas, apuntaos a una y continuad con esta actividad. Sus beneficios son muy numerosos. Eso sí, sólo los notaremos si nadamos bien. Nadar tiene una técnica, una técnica que mal utilizada puede llegar a lesionarnos, como cualquier otra. Aquí es cuando tengo que hablar del tabú de los cursos de natación.
No sé por qué, cuando se habla de cursos de natación, la mayoría de gente piensa en niños con sus tablas y sus patatas chapoteando en la piscina. Muchos piensan que tras la infancia ya es tarde para aprender a nadar. Craso error, amigos. Nunca es tarde para comenzar a realizar algún tipo de actividad. Todo el mundo puede aprender a nadar, para eso están los cursos de adultos, igual que los hay de niños y de bebés. Si no domináis bien la técnica de nado, por favor, apuntaos a un curso, no sólo lo pasaréis en grande aprendiendo una gran actividad, sino que, además, no tardaréis en notar sus beneficios.
Nadar es un ejercicio muy completo. Digamos que es como si se juntasen varias actividades en una sola: nos proporciona los beneficios cardiovasculares típicos de la carrera continua, nos ayuda a tonificar determinados grupos musculares como si hiciésemos pesas y potencia nuestra resistencia física como el aeróbic y la danza.
Por otro lado, también está comprobado que el nadar ayuda a mantener flexibles las articulaciones del cuello, los hombros y la pelvis. Y, además, es muy bueno para nuestra salud mental, ya que hace que nos olvidemos de las tensiones que sufrimos a diario, el medio acuático ayuda a relajar la musculatura, por lo que nos ayuda a evitar ciertas contracturas y, cómo no, hace que segreguemos endorfinas (la hormona de la felicidad).
También es muy beneficioso para mejorar la circulación sanguínea, ya que la posición en la que nos movemos al nadar (horizontal) ayuda al retorno venoso.
Para todas aquellas personas con sobrepeso, que necesitan perder peso y volumen pero que no pueden salir a caminar y/o correr porque les duelen las rodillas, la natación es una muy buena opción. Primero, se eliminan los impactos que suelen sufrir nuestras articulaciones al trabajar en tierra firme, por lo que ni tobillos, ni rodillas ni caderas sufren. Segundo, el peso de nuestro cuerpo en el medio acuático disminuye considerablemente, por lo que nos podemos mover con mayor comodidad y sin notar ningún esfuerzo excesivo (aunque sí lo realizamos). Tercero, el ir mejorando y aumentando la intensidad de los entrenamientos (poco a poco) hace que se quemen más calorías por lo que va disminuyendo ese peso y ese volumen que sobra. Cuarto, como ya he comentado tonifica los músculos, por lo que evitaremos la flacidez conforme vayamos perdiendo volumen.
También he de hablar de nuestros mayores, aquellos que no quieren ni oír hablar de los cursos de natación por miedo a hacer el ridículo. Os he de comentar que, además de manteneros en buena forma física, la natación os va a ayudar a mejorar la coordinación motora, lo que va a reducir considerablemente el riesgo a sufrir caídas. Por otro lado, está comprobado que el ejercicio físico ayuda a prevenir el cáncer de cólon y a mantener la mente despierta.
Todo esto unido a los beneficios sociológicos que tiene el hecho de realizar ejercicio con otras personas.



¿Qué más le podemos pedir a un deporte? Aprovechad ahora que se abren los plazos de preinscripción para las piscinas cubiertas, apuntaos. No tengáis vergüenza de que os vean en bañador y con gorro (vale, lo del gorro tendría que estar penalizado por ley, pero la higiene es lo primero), todos vestimos igual en las piscinas. Confiad en el instructor, veréis como poco a poco, día a día, semana a semana os vais encontrando mejor, más ágiles, más fuertes, más jóvenes. J

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