miércoles, 5 de noviembre de 2014

BRÓCOLI. UNA MINA PARA NUESTRA SALUD


Seguro que os habéis fijado en la reacción de la gente cuando alguien dice que le gusta el chocolate: sonrisas de comprensión y frases como “¿a quién no?”. Es muy raro encontrar a alguien a quien no le guste el dulce. Y, ¿os habéis fijado en la reacción de la gente cuando dices que te gusta el brócoli? Yo sí, la reacción más frecuente es que te miren con cara de estar mirando a un bicho raro.
Aunque parezca mentira, somos muchos los amantes de este vegetal. Un vegetal que nos hace disfrutar de cada comida con su gran sabor. Sinceramente, no entiendo por qué nos miran raro cuando comentamos el hecho de que lo comemos o todos o casi todos los días. A ver, habrá gente que lo habrá probado y a la que no le ha gustado. Por supuesto, como en todo. Pero estoy segura de que la gran mayoría ni siquiera lo ha probado. Hay a quien no le gusta la coliflor y, por similitud, ya creen que no les va a gustar el brócoli. Hay gente que el mero hecho de que sea verde le impide comprarse uno para probarlo.
Seguro que si la gran mayoría de los que aseguran no gustarles el brócoli lo probasen, les sorprendería el sabor y se engancharían a este vegetal. A mí me pasó. He estado pensando, y la mejor manera que se me ocurre para intentar que probéis el brócoli es hablaros de sus beneficios, que no son pocos.

Voy a comenzar hablando de lo que, para mí, es lo más importante: está comprobado que el brócoli reduce el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer (como el de estómago, colon, próstata y mama). Sí, se ha comprobado que al masticar brócoli se segrega sulforafano, un compuesto muy potente que aumenta las enzimas que ayudan al cuerpo a deshacerse de sustancias cancerígenas y mata células anormales.
Por otro lado, el brócoli contiene unas sustancias llamadas indoles que bloquean los receptores de estrógenos en las células de cáncer de mama, impidiendo así el crecimiento de células cancerígenas sensibles a los estrógenos de los senos.
Eso sí, algunos expertos aseguran que para obtener estos beneficios es mejor comer el brócoli crudo. Pero no os preocupéis, el brócoli crudo está tan rico como el cocinado.
También está comprobado que el brócoli es un potente desintoxicante del organismo. El encargado de limpiar nuestro organismo de determinadas toxinas que consumimos (como por ejemplo, la cafeína) es el hígado. Varios estudios han concluido que el sulforafano del brócoli mejora esta función del hígado.
He de comentar, como no, que el brócoli es una gran fuente de antioxidantes como las vitaminas C, A y E y ciertos flavonoides como la guercitina y el kaempferol. Todos ellos ayudan a reducir el riesgo de estrés oxidativo en el organismo, retrasando en envejecimiento celular y, para todos aquellos que se preocupan por su estética, ayudando a que nuestra piel parezca más juvenil, ya que pueden ayudar a retrasar la aparición de las arrugas y la flacidez cutánea.

Otra gran ventaja del brócoli es su alto contenido en fibra. Todos aquellos que tenéis problemas de colesterol debéis saber que para bajar el nivel de colesterol en sangre se suele recomendar consumir alimentos con alto contenido en fibra. Por otro lado, el sulforafano que se crea al masticar brócoli activa una proteína en el organismo que detiene la formación de placa en las arterias. Además, otras sustancias presentes en el brócoli detienen la inflamación crónica dentro de los vasos sanguíneos y de las células, por lo que es es muy bueno para prevenir problemas de circulación sanguínea.
Voy a seguir hablando del sulforafano, ya que puede rejuvenecer el sistema inmunológico lo suficiente como para proteger al organismo de enfermedades típicas del envejecimiento como son la artritis, el Alzheimer y ciertas enfermedades cardiovasculares.
Otra de las grandes virtudes de este vegetal es que es rico en riboflavina (vitamina B2). Ésta ayuda a que los ojos se adapten a los cambios de luz. Su deficiencia puede resultar en inflamación, visión borrosa y fatiga ocular. Además, ciertas investigaciones sugieren que tanto la riboflavina como ciertos carotenoides presentes en el brócoli ayudan a prevenir enfermedades oculares como las cataratas o, al menos, retrasan su progreso.
El brócoli también fortalece los huesos hay que es una gran fuente de calcio y de vitamina K, esenciales para la formación de osteocalcina, proteína que se encuentra sólo en los huesos. Por eso su consumo es tan recomendado para mujeres en la pre-menopausia. Su consumo diario ayuda a prevenir la osteoporosis.

También he de mencionar su alto contenido en hierro, que lo convierte en un gran aliado contra la anemia, y en ácido fólico, lo que lo hace muy necesario para las mujeres embarazadas o para aquellas que están pensando en quedarse embarazadas.
Su consumo también es muy importante para los hombres, ya que su alto contenido en zinc ayuda al buen funcionamiento de la próstata y, además, está comprobado que el consumo regular de brócoli mejora la calidad de los espermatozoides.
Como no, he de comentar que si estáis realizando una dieta para perder volumen, el brócoli os va a ayudar mucho, ya que contiene muchos nutrientes y pocas calorías (23kcal. por cada 100gr.).


Muchos expertos en el tema me dirán que me he quedado corta, lo sé. El brócoli tiene muchos más beneficios. Sólo he nombrado los que creo más importantes. Si me pongo ha hacer una lista de todos, éste sería un post interminable.

Espero haberos hecho recapacitar un poco. Aunque sea, espero que os haya entrado curiosidad por probarlo. Ojalá lo hagáis, no sólo os sorprenderéis de su sabor y empezaréis a darnos la razón a todos los que decimos que está buenísimo, sino que, además, notaréis que es buenísimo para vuestra salud. J

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