viernes, 7 de noviembre de 2014

VENTANA ANABÓLICA. CAE UN MITO


Desde hace años, a todos los que trabajamos en el mundo del fitness nos han enseñado que la ventana anabólica es algo de suma importancia para lograr mayores beneficios en el entrenamiento. Algo que llegó a ser pregunta de examen para lograr más de un diploma.
Pues bien, tras tantos años de creencia, varios autores han realizado un estudio que concluye que esta ventana no es más que un mito. Bueno, más que un mito, digamos que es más flexible de lo que nos inculcaron.
Para los que no sepáis de lo que estoy hablando, os explico. La ventana anabólica se refiere al período de tiempo que transcurre tras el entrenamiento en el que el músculo está preparado para el crecimiento, siempre y cuando se consuma la fuente de proteína adecuada. O sea, el período en el que nuestros músculos absorben mejor la proteína para lograr un mayor y mejor crecimiento. Este período de tiempo es muy limitado, oscila entre los 20 y los 30 minutos. De ahí la popular imagen de gente tomándose el típico batido de proteínas nada más acabar de entrenar.
Este concepto ha sido uno de los más utilizados en los últimos años por las marcas de suplementación deportiva para vender sus productos
Pero, como he comentado, hace un tiempo surgió un estudio que desmitifica la ventana anabólica. En este estudio se revisó la literatura científica escrita hasta el momento y se llegó a la conclusión de que para lograr el objetivo de desarrollo y crecimiento muscular no hay que fijarse tanto en el tiempo que transcurre tras el entrenamiento, sino que hay que satisfacer las necesidades diarias que tiene nuestro cuerpo y suministrarle nutrientes adicionales.

Hasta ahora siempre se le había dado más importancia al momento en el que se consumían los nutrientes que a su ingesta diaria total. El estudio al que me refiero (Nutrient timing revisited: is there a post-exercise anabolic window?: post-exercise nutrient timing de Alan Albert Aragon y Brad Jon Schoenfeld) revela la falta de claridad en los estudios que abogan por este tipo de comportamiento (darle más importancia al momento que al consumo total diario) y muestra algunas contradicciones entre estudios ya que hay estudios que aseguran que se ha de consumir hidratos de carbono tras el entrenamiento mientras otros aseguran que lo mejor para el crecimiento muscular son las proteínas de alta calidad.
Así, este estudio afirma que el tiempo en el que se consumen los nutrientes puede ser una buena estrategia para maximizar las ganancias musculares, pero que la ventana anabólica no es tan estrecha como se nos ha hecho creer.
Los autores afirman que si realizamos una comida rica en proteínas dentro de las 3 ó 4 horas antes de un entrenamiento (o incluso más) no es necesario “comer como un loco” tras el entrenamiento.

Por otro lado, aseguran que el consumo de proteínas inmediatamente después del entrenamiento es de vital importancia para promover el anabolismo muscular (crecimiento) en aquellas personas que entrenan en ayunas. Así, se puede asegurar que la hipótesis de la ventana anabólica que siempre nos han enseñado está formulada suponiendo que el entrenamiento se realiza en ayunas.
Aunque la investigación es algo ambigua, parece prudente consumir proteínas de alta calidad tanto antes como después del entrenamiento, con entre 4 y 6 horas de diferencia (dependiendo del tamaño de las tomas).
Otro punto que se trata en este estudio es el consumo de hidratos de carbono tras el entrenamiento. Según los autores, éste no mejora significativamente el crecimiento muscular (anabolismo). Desde el punto de vista del crecimiento muscular, es más importante la satisfacción de las necesidades diarias que tiene nuestro cuerpo de hidratos de carbono que consumirlos tras el entrenamiento. Los autores aseguran que la reposición de glucógeno tras el ejercicio no es tan necesaria si le aportamos a nuestro organismo la cantidad diaria de hidratos que necesita.
Así, podemos ver que la famosa ventana anabólica realmente no existe o, si existe, no es tan pequeña como nos lo han hecho creer durante tanto tiempo. Todo dependerá de cada persona, de sus hábitos alimenticios y de su horario de entrenamiento. La gente que entrena en ayunas sí que debe consumir proteína nada más acabar de entrenar. Pero la gente que entrena a media tarde o por la noche, si lleva una alimentación equilibrada le está aportando a su organismo todos los nutrientes necesarios para el entrenamiento y el post-entrenamiento.


Como veis, cae un mito. Una vez más se ha comprobado que llevar una alimentación variada y completa es más que suficiente para nuestro cuerpo. No hace falta ir a contrarreloj a por el batido después de entrenar.

Ahora, que quede claro que no estoy diciendo que sea malo consumir batidos proteicos. Bien al contrario, hay gente cuyo nivel de entrenamiento y forma física le obliga a consumir grandes cantidades de proteína al día, unas cantidades muy difíciles de adquirir tan sólo por medio de la alimentación. Para estas personas es muy necesaria esta suplementación (además de que se aseguran un consumo de proteínas de alta calidad). Lo que estoy diciendo es que podemos relajarnos tras el entrenamiento. No hay que ir corriendo, ya que alimentarnos nada más acabar el entrenamiento no nos va a beneficiar más que si lo hacemos pasadas unas horas. J

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