lunes, 17 de noviembre de 2014

YOGA. ACTIVIDAD QUE TE SORPRENDERÁ


Desde hace ya unos años hay una actividad que, poco a poco, va ganando adeptos en el mundo de las actividades colectivas, el yoga.
Esta actividad milenaria se va abriendo paso poco a poco, sin prisa pero sin pausa. Cada vez hay más centros que la ofrecen y más centros especializados. Pocos son los gimnasios que no busquen monitores de esta disciplina.
Seguro que muchos os estáis preguntando: “¿yoga en un gimnasio, para qué? Si no se trabaja nada, sólo se hacen posturitas”. Os equivocáis. Bueno, en algo sí que tenéis razón, el yoga tiene una parte muy espiritual (que le ha dado fama a nivel mundial): conexión cuerpo-mente, concentración, liberación, meditación… Pero, a ver, aunque todo esto es algo intrínseco a la actividad (y muy necesario para todo el mundo aunque nos neguemos a aceptarlo), no es lo único que nos ofrece el yoga. No os dejéis llevar por la imagen de quietud que ofrece, una vez más las apariencias engañan.
Para mantener esas “posturitas” se han de activar músculos que no se activan con las actividades/ejercicios cotidianas, tonificándolos, damos flexibilidad y movilizamos articulaciones ayudando a evitar lesiones, esa conexión cuerpo-mente de la que muchos se burlan es muy necesaria para lograr, entre otras cosas, ganar una consciencia corporal de la que carece más gente de la que creéis, una consciencia corporal que nos ayudará a realizar bien las actividades del día a día y que, aunque os cueste de creer, es vital para la práctica de cualquier disciplina deportiva (incluida la sala de pesas de un gimnasio).

Sí, ya sé que “parece que no hagas nada”, pero haces, no sólo ejercicio físico sino que además le estás aportando muchos beneficios a tu salud. Hoy mi objetivo es intentar que veáis el yoga con otros ojos, intentar convenceros para que, al menos, probéis una clase. Para ello os voy a nombrar los que, para mí, son los beneficios más importantes que obtenemos de la práctica de esta disciplina.
Cómo no, he de hablar de esa quietud que hace que muchos de vosotros os sintáis reacios a probar esta actividad. Aunque os parezca mentira, esa quietud es de vital importancia para nuestra salud, y más hoy en día. Como me oiréis decir más de una vez, para mí el estrés es una de las epidemias del siglo XXI. No le damos casi importancia, pero ahí está, causando graves problemas de salud a más del 80% de la población mundial.
La respiración pausada, controlada y profunda que se utiliza para realizar los ejercicios de yoga hace que logremos “desconectar” la mente. Sí, algo que nos parece imposible hoy en día, la gente que hace yoga logra eliminar de su mente las tensiones del trabajo, las prisas… Está comprobado que la gente que practica yoga padece menos estrés y ansiedad y tienen el sistema inmune más fuerte.

A parte de reducir los niveles de estrés, la práctica regular de yoga hace que se reduzca la frecuencia cardiaca y disminuye tanto los niveles de LDL (colesterol malo) como de triglicéridos. Como veis, es una de las mejores opciones que pueden haber para la prevención de enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares.
Por otro lado, aunque os parezca mentira, en yoga también se tonifica, sobre todo, como he dicho antes, se tonifican músculos que no suelen tonificarse en las demás actividades. Eso sí, nuestro cuerpo no ganará volumen practicando yoga, pero sí tonicidad. Además, como bien me gusta decir, el yoga tonifica de dentro para afuera, no sólo tonifica los músculos más profundos de nuestro cuerpo (los que lo sujetan y le dan estabilidad), también fortalece los tendones y los ligamentos ya que se puede llegar a trabajar bastante con el equilibrio, lo que nos ayudará a evitar lesiones como esguinces, por ejemplo.
Y no sólo eso, el yoga, además de tonificar y fortalecer tanto músculos como tendones y ligamentos, también hace que aumente su flexibilidad, mejorando la salud de nuestro sistema locomotor. Hay estudios que aseguran que con tan sólo 8 semanas de práctica se puede llegar a mejorar la flexibilidad y la movilidad articular en un 35% aproximadamente.

Más allá, también he de decir que la práctica de yoga hace que aumente la densidad ósea, por lo que ayuda a prevenir enfermedades como la osteoporosis.
Me ha parecido curioso un estudio realizado por la John Hopkins University (Baltimore) sobre el yoga y la artrosis (enfermedad que desgasta los cartílagos). Este estudio concluye que aquellas personas que sufren artrosis notan una significativa mejoría en la tensión y la hinchazón que la enfermedad provoca en sus articulaciones al comenzar a practicar esta actividad.
Por otro lado, el Dr. Loren Fishman (Nueva York) ha estudiado la relación existente entre la práctica del yoga y la actividad cerebral. Afirma que la práctica de esta disciplina engrosa las capas de la corteza cerebral (la zona del cerebro relacionada con el aprendizaje) y aumenta la capacidad de aprendizaje. Así, se puede afirmar que el yoga es muy beneficioso tanto para el cerebro como para el sistema nervioso central (SNC).

Seguro que los que están obsesionados en realizar tan sólo actividades en las que haya un gran gasto energético (en las que se quemen muchas calorías) estarán pensando “pero es que en esta clase no se quema casi nada”. Y sí, tenéis razón. Practicando yoga se queman menos calorías que haciendo Body Attack o Body Combat, por ejemplo, pero esto no debería de ser un freno a la hora de probar la actividad. Si os sirve de empujoncito, se ha comprobado que las personas que practican yoga son más capaces de mantener su peso o de bajarlo sin recuperarlo.
Por último os voy a nombrar a mi hormona preferida, las endorfinas (hormona de la felicidad). Practicar yoga hace que nuestro cuerpo segregue esta hormona, lo que hace que te sientas feliz cada vez que lo practicas. 
¿Qué más queréis? Y que conste que ésta es sólo una pequeña lista. El yoga nos aporta mucho más de lo que podéis imaginaros, y todo bueno. Y, lo mejor de todo, no es incompatible con ninguna otra disciplina deportiva. Sea cual sea el deporte que practiques, puedes combinarlo con la práctica de yoga. Es el complemento perfecto para evitar lesiones en tu deporte.


Una vez más, he de aconsejaros que, para para practicar yoga, acudáis a centros especializados o a centros que cuenten con profesores titulados que os guíen con seguridad para que podáis notar todos y cada uno de los beneficios de esta gran actividad. Animaos, probad el yoga. Os sorprenderá ver lo bien que le sienta tanto a vuestro cuerpo como a vuestra mente. J

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