viernes, 12 de diciembre de 2014

LA IMPORTANCIA DEL MAGNESIO. IMPRESCINDIBLE PARA NUESTRA SALUD


Pensad un momento, ¿os sentís más fatigados de lo normal?, ¿os irritáis con facilidad sin motivo?, ¿sufrís insomnio?, ¿os dan calambres (espasmos musculares) a menudo? Mucho cuidado, podríais tener un déficit de magnesio. Sí, digo mucho cuidado porque éstos, que parecen en su mayoría unos síntomas sin importancia, son sólo lo que yo llamo “síntomas de aviso”, digamos los primeros síntomas. Conforme el déficit va empeorando los síntomas se agravan. Así, se puede llegar a perder la memoria, sufrir arritmias cardíacas e, incluso, sufrir alucinaciones.
Sí, aunque parezca mentira, el déficit de este mineral puede provocar todo esto. No sé por qué, pero el magensio es uno de los grandes ignorados. Normalmente atribuimos la fatiga, el insomnio y la irritabilidad a nuestro ritmo de vida (estrés, actividad…). Si pensamos en algo cuando sufrimos calambres es en el potasio. Y, si todo esto va a más, pensamos en el hierro. Si os fijáis, nunca pensamos en el magnesio, a no ser que el médico nos lo nombre.
Por si no lo sabéis, el magnesio se encuentra en una cantidad muy pequeña en nuestro organismo, pero es de vital importancia. La mayoría del magnesio de nuestro organismo se concentra en los huesos, pero también podemos encontrarlo en los pulmones, riñones, hígado, tiroides, cerebro y en los músculos (una vez más os recuerdo que el corazón es un músculo). Y, aunque esté presente en pequeñas cantidades es de vital importancia para el funcionamiento de todos ellos.

Sí, el magnesio nos ayuda a activar las vitaminas y determinadas enzimas en nuestro organismo, ayuda a la formación de estructuras óseas, proteínas y anticuerpos, ayuda a mantener la viscosidad el líquido sinovial (hidrata y protege las articulaciones) y ayuda a nuestro metabolismo a sintetizar las grasas. Además, tiene propiedades antiestrés (está considerado como el mineral antiestrés por antonomasia), antitrombóticas, antiinflamatorias y cardioprotectoras.
Como veis, es absolutamente imprescindible para un correcto funcionamiento del organismo, sobre todo del corazón, las arterias, el aparato músculo-esquelético y los sistemas nervioso, endocrino y digestivo.
Todo esto no es poco, ¿verdad? Pues sentaos un rato que os voy a nombrar alguno de los beneficios que, aparte de todo lo que acabo de escribir, nos aporta tener el nivel de magnesio adecuado en nuestro organismo.
Para comenzar, os diré que se ha demostrado que la gran mayoría de personas que sufren algún accidente cardiovascular, presentan un déficit de magnesio en sangre. Como he comentado el corazón es un músculo y como tal necesita de este mineral. Su déficit hará que el corazón no pueda contraerse de manera regular, pudiendo dar paso a esos temidos accidentes.
También se ha demostrado que reduce el riesgo de arteroesclerosis, ya que aumenta los niveles de LDL (colesterol bueno).

Por otro lado, he de comentar que aumenta la solubilidad del calcio en la orina, por lo que ayuda a prevenir la formación de cálculos renales. De hecho, hoy en día, se considera que la formación de estos cálculos se da principalmente en personas que tienen déficit de magnesio.
Con respecto a nuestro sistema nervioso, los sistemas enzimáticos que requieren magnesio ayudan a restaurar los niveles normales de energía, lo que hará que disminuya la fatiga. Todo esto unido a los efectos que tiene este mineral sobre el sistema neuromuscular, ha llevado a afirmar en diversos estudios que el magnesio ayuda a disminuir el nerviosismo, la ansiedad, el insomnio, la depresión y los calambres musculares.
Además, está comprobado que este mineral puede ayudar a regular la tensión en personas hipertensas.
También hay varios estudios que demuestran que el magnesio ayuda a prevenir las temidas cefaleas migrañosas hasta en un 41.6%.

Como no, decir que las mujeres deberíamos considerar el magnesio como un gran amigo y aliado, ya que disminuye los dolores menstruales y suaviza las molestias del síndrome premenstrual (dolores, cambios de humor, retención de líquidos, hinchazón abdominal…). Todo esto, eso sí, resulta más efectivo cuando se combina el magnesio con el calcio y la vitamina B6.
Como dato curioso, comentaré que puede evitar la pérdida de audición producida por la exposición a ruidos intensos.
No está mal, ¿no? Y estos no son todos los beneficios, hay más. Sólo nombro los que, para mí, son los más importantes. Ahora sí, la única manera de equilibrar el magnesio en nuestro organismo es mediante la alimentación. La ingesta diaria ha de oscilar entre los 300 y los 350 mg./día para los hombres, 280 mg./día para mujeres y entre 320 y 350 mg./día para mujeres embarazadas.
Los frutos secos son un recurso muy bueno. Por cada 500 gr. de almendras secas sin cáscara, le aportamos a nuestro organismo 1225 mg. de magnesio, las avellanas tienen unos 835 mg., y otros frutos secos como los pistachos, las nueces y los cacahuetes rondan los 800 mg.
De entre las frutas, he de destacar el albaricoque, que llega a aportar 28 mg. por cada 500 gr. de fruta. Los dátiles naturales también superan los 200 mg.
Las verduras son muy importantes para cubrir carencias. Las espinacas crudas, por ejemplo, aportan unos 400 mg, algo más que la remolacha. El perejil también es una muy buena fuente de magnesio.
El agua mineral también puede ser una fuente de este mineral. La mayor o menor proporción de magnesio dependerá del terreno de donde provenga el agua. De todas formas, la composición del agua debe de aparecer en las etiquetas del producto, de manera que es fácil de saber qué marca conviene más comprar.
Como veis, no debemos seguir menospreciando este mineral. Es vital para nuestro organismo y de gran ayuda para nuestra salud. Si tenéis alguno de los síntomas que he descrito al comienzo del post, salid de dudas. Id y haceos una analítica de sangre. Si tuvieseis un déficit muy grande, el propio doctor os recetará la suplementación adecuada. Si no, todo se puede solucionar añadiendo a la dieta los alimentos adecuados.
Y, precisamente porque más vale prevenir que curar, os dejo una tabla con alimentos que os ayudarán a que le aportéis la cantidad necesaria de magnesio a vuestro organismo. J
  

Alimentos ricos en magnesio

Alimentos
mg por cada 100 g
Pepitas de girasol
387
Almendras sin cáscara
258
Avellana sin cáscara
258
Caracoles
387
Germen de trigo
250
Soja en grano
240
Longaniza
200
Cacahuete sin cáscara
174
Garbanzos. Judías blancas, pintas
160
Pistacho
158
Trigo, grano entero
147
Cacao en polvo, azucarado. Harina integral. Nueces sin cáscara
140
Calamares y similares
139
Turrones y mazapanes
129
Guisantes secos
123
Leche de vaca desnatada en polvo
117
Chocolate amargo con azúcar
107
Arroz integral
106
Chocolate
100
Percebes
94
Pan integral
91


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