miércoles, 10 de diciembre de 2014

TRX. BENEFICIOS DEL TRABAJO EN SUSPENSIÓN


¿Cuántas veces habéis oído aquello de “si quieres evolucionar no dejes que tu cuerpo se acostumbre a una rutina”? Muchas, ¿verdad? Es lo suyo, porque es cierto. Si siempre basamos nuestro entrenamiento en los mismos ejercicios, nuestro cuerpo se estanca. Llega un momento que dejamos de ver una evolución.
Pero aquí siempre ha habido algo contradictorio. La sala de pesas de los gimnasios es, bajo mi punto de vista, lo que más ha tardado en evolucionar y lo que más lento ha cambiado (de hecho muchos gimnasios no han introducido ningún cambio en la zona de pesas durante años). Sí, mientras que las actividades que se realizan en la sala de actividades dirigidas han evolucionado de manera drástica en los últimos 20 años, la sala de pesas siempre ha sido más reacia a los cambios. Era como si se pensase que con lo que había era suficiente.
Pero bueno, como dicen por aquí, “nunca es tarde si la dicha es buena”. Sí, aunque parezca mentira, la evolución también ha llegado a la sala de pesas. Desde hace unos años hay nuevas técnicas de entrenamiento que van ganando espacio y adeptos en cada vez más gimnasios. Estas técnicas se han ido adaptando al mundo de los gimnasios conforme el “cuerpo de culturista” ha ido dejando de ser algo deseado por la mayoría. Hoy en día, la mayoría de gente que entrena en la sala de pesas no busca un cuerpo hipertrofiado, sino un cuerpo fuerte y definido dentro de los límites naturales de cada individuo. Es decir, se busca un cuerpo fitness, no un cuerpo de culturista.

Así, los entrenamientos han ido introduciendo un factor más cardiovascular (antes tabú en la sala de pesas). También han ido desapareciendo los movimientos aislados a favor de movimientos funcionales (multiarticulares), movimientos que, se ha comprobado, ayudan tanto a mejorar la fuerza como la salud de los músculos y, además, ayuda a corregir la realización de los movimientos del día a día, haciéndolos más seguros.
Con la finalidad de poder realizar estos tipos de entrenamiento, los gimnasios han tenido que incluir nuevas herramientas en la sala de pesas (kettlebells, balones medicinales…). Para mí, una de las herramientas más útiles, polivalentes y beneficiosas es el TRX.
Seguro que muchos de vosotros, cuando estáis en el gimnasio os preguntáis qué son esas cuerdas amarillas colgadas de un anclaje en el techo, o de un soporte metálico, y para qué sirven. Pues bien, esas cuerdas amarillas son el famoso TRX. Su forma no es casual, es un artilugio desarrollado por los marines de los Estados Unidos de América. Estos soldados necesitan mantenerse en una condición física óptima en todo momento. La necesidad de poder trabajar en cualquier lugar les llevó a desarrollar este tipo de entrenamiento a partir de un paracaídas.

También estoy segura de que, cuando habéis visto a alguien entrenar con el TRX, os ha parecido algo poco seguro, inestable. Seguro que habéis pensado aquello de “yo eso no lo hago ni loco. Me quedo con mi rutina de pesas”. Dejad que os diga que cometéis un gran error. Se ha comprobado que el trabajo con TRX tiene más ventajas que un entrenamiento de fuerza tradicional.
Sí, tenéis razón, es un trabajo muy inestable ya que se trabaja en suspensión (un punto de cuerpo, o pies o manos, apoyado en el suelo y el otro suspendido en el aire con ayuda del TRX), pero esto mismo es lo que hace que se trabajen músculos que no se trabajan con un entrenamiento tradicional, unos músculos muy importantes para que nuestro cuerpo corrija malas posiciones, los músculos estabilizadores del tronco y articulaciones, lo que hace que, además de trabajar la fuerza funcional, trabajemos también el equilibrio.
Así, al trabajar todos estos músculos, hacemos que nuestro cuerpo esté preparado para poder mover más peso. Algo de agradecer teniendo en cuenta que hará que se reduzca considerablemente el riesgo a sufrir lesiones. Por otro lado, al proporcionarnos una base más fuerte, podremos mover más peso en nuestra rutina de sala. Pensadlo, esto supone una mayor evolución, veréis cómo vuestros músculos se definen antes.

Además, cada ejercicio que se realiza con el TRX, precisamente por trabajar en suspensión, hace que trabajemos todo nuestro centro. Hay quien piensa que nuestro centro son sólo los abdominales, pero no es así. Para tener un centro fuerte y seguro hemos de trabajar, además de los abdominales, los músculos de la pelvis, los glúteos, la espalda y el pecho. Digamos que éstos son el núcleo de nuestro cuerpo, lo que nos proporciona estabilidad, equilibrio y flexibilidad.
También hay que tener en cuenta que el hecho de trabajar en suspensión hace que se desplace nuestro centro de gravedad. Así, el mantener la posición correcta durante la ejecución de cada ejercicio supone un auténtico reto. Esto es lo que hace que, además de trabajar la fuerza, también se trabaje la coordinación.
Algo a tener muy en cuenta, y por lo que creo que todos deberíais probar este tipo de entrenamiento, es que con el TRX trabajamos de manera unilateral. Este tipo de trabajo ayuda a identificar desequilibrios musculares (todos tenemos un lado más fuerte que otro. En algunas personas este desequilibrio es muy notable), unos desequilibrios que pueden llevar a lesión. Hay estudios que concluyen que cerca del 65% de las lesiones se producen por el sobreesfuerzo que han de realizar unas articulaciones que se vuelven disfuncionales por culpa de un desequilibrio muscular. Al ser un trabajo unilateral, el TRX nos permite trabajar mejor la zona debilitada para paliar ese desequilibrio.

Si a todo esto le añado que, al trabajar varios músculos a la vez, se quema más grasa en un entrenamiento con TRX que en un entrenamiento tradicional, veréis que trabajar en suspensión puede aportar muchos beneficios, tanto a nuestra salud como a nuestro entrenamiento. Cuidado, que no estoy diciendo que debáis elegir entre un entrenamiento de pesas tradicional y un entrenamiento con TRX. No. Son dos tipos de entrenamiento que se complementan a la perfección. Podéis dedicar uno o dos días de la semana a entrenar en suspensión y el resto a la sala de pesas. Veréis como los resultados se notan enseguida, a todos los niveles.
Una vez más os he de decir que, a la hora de empezar a utilizar esta herramienta, os pongáis en manos de profesionales. Sólo la gente titulada os podrá guiar de manera segura para que vuestro cuerpo note todos los beneficios de este gran sistema de trabajo. Probadlo y me contáis. J

1 comentario:

  1. Gracias por el aporte! Es cierto, el TRX tiene múltiples beneficios para el cuerpo, además como bien mencionaste se trabaja el core (el centro del cuerpo) lo que nos brinda mayor resistencia y nos preparar para levantar mayor peso.

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