martes, 3 de marzo de 2015

CÓMO EVITAR EL DOLOR DE RODILLAS AL CORRER


Seguro que muchos de vosotros, después de estar pensando durante una temporada que nunca ibais a poder correr más de 5 minutos seguidos, le habéis cogido el gusto a eso que ahora se llama popularmente running, vamos, a correr. Muchos estaréis orgullosos de haber acabado con éxito vuestro primer 5K o 10K. Una pregunta, ¿cómo están vuestras rodillas?
Lo pregunto porque hay gente que, aunque se muere de envidia cada vez que ve a otros corriendo, se niegan a empezar porque “me han dicho que correr es malo para las rodillas”.
Voy a ser sincera. Se calcula que cerca del 42% de las lesiones que sufren los corredores afectan a las rodillas (la lesión más común es el síndrome patelofemoral, también conocido como rodilla del corredor). Por otro lado, se estima que más o menos el 70% de los corredores van a sufrir alguna lesión de rodilla. Esto se debe al gran desgaste que sufren en cada carrera y al número de impactos que reciben.
Cuidado. Con esto no pretendo que se os quite la idea de correr de la cabeza. Bien al contrario, soy una apasionada del running. Por eso escribo hoy este post.
Durante todos mis años de trabajo en el mundo del fitness y del masaje he aprendido dos cosas muy básicas sobre las lesiones: la primera es que toda lesión es  rehabilitable. Si rehabilitas bien, sea la lesión que sea, puedes volver a tu vida normal sin problemas, desempeñar las mismas actividades. La segunda es que toda lesión se puede prevenir.
Por lo general las lesiones se producen por una mala praxis, una mala posición durante la ejecución de un ejercicio, un movimiento mal realizado… Así, si nos ponemos en manos de un profesional que sepa guiarnos a la hora de realizar el ejercicio, será más difícil lesionarnos (digamos que casi imposible). Además, si pudiésemos conocer los errores básicos que se suelen cometer, los tendremos muy en cuenta a la hora de realizar el ejercicio, nos fijaremos más en la técnica y la probabilidad de lesión se reduce todavía más.
Así que hoy, con la sana intención de que todo el mundo salga a practicar este deporte que tanto me gusta, el running, voy a intentar quitaros ese miedo que os impide comenzar. Voy a daros unos pequeños trucos para que corráis sin que os duelan las rodillas.
Voy a empezar por algo que, para mí, es básico: las zapatillas. Por mucho que el running sea un hobby, no debéis de comprar las zapatillas más baratas que encontréis. Ahora, tampoco os estoy diciendo que compréis las más caras. Debéis de comprar unas zapatillas que ofrezcan una buena estabilidad y amortiguación. Todo esto va a depender de vuestra estatura, peso, complexión, la cantidad de kilómetros que tengáis pensado correr y, sobre todo, de vuestra pisada.
Es muy importante que busquéis una tienda de deporte cuyos empleados sepan evaluar la pisada. Ellos os darán a elegir, dependiendo de vuestra pisada, de las distancias que pensáis recorrer y de la superficie sobre la que correréis (asfalto, montaña, mixto…) entre varios modelos. No os fijéis en los colores ni en la forma de la zapatilla para elegirla. Probaos cada modelo, pero no os los probéis sentados. Realizad movimientos que produzcan impacto para ver cómo responden y qué tal os sentís con ellas. Escoged el par con el que más cómodo os sintáis y que veáis que amortiguan bien.
Hace unas semanas os hablé de lo importante que es el trabajo con pesas para los corredores. Hoy lo recalco. Si los músculos que rodean las rodillas están fuertes, las protegen impidiendo que reciban los impactos directamente.
Sé que a muchos runners no les gusta el trabajo con pesas, se aburren. Por eso, como recomendé hace unas semanas, lo mejor para vosotros es un entrenamiento en circuito. Donde no se descansa entre ejercicios. El entrenamiento así es más dinámico, divertido, y mucho más efectivo que entrenar descansando demasiado entre series. Si probáis el entrenamiento en circuito y, aún así, no os motiva, probad con el entrenamiento funcional, el Crossfit, el TRX, incluso el Pilates os ayudará. Probad todos los tipos de entrenamiento que podáis (hoy en día hay mucha variedad donde elegir) hasta que encontréis el que os gusta. Fortaleced vuestras piernas para inmunizarlas contra lesiones.
Ahora algo también muy importante: descansad. No sobreentrenéis. Sé por qué lo digo. Una vez empiezas a correr, no tardas nada en hacerte adicto a las endorfinas y lo que te hacen sentir. Esto hace que queramos salir a correr cada día, y que cada día queramos correr más. ¡Cuidado! Salir a correr todos los días hace que aumente de manera vertiginosa la probabilidad de sufrir lesiones.
Si estás empezando a correr, salir 3 ó 4 veces por semana y entrenar pesas 2 días es perfecto. Si ya llevas un tiempo corriendo puedes salir hasta 5 veces por semana. Sólo los más veteranos pueden llegar a entrenar 6 días, pero siempre bien planeados.
Pensad que si no descansáis lo suficiente entre salidas, no dejáis que vuestro cuerpo asimile el entrenamiento ni que se recupere para el siguiente. Algo muy necesario para evitar lesiones.
También es importante que planifiquéis cada salida de manera que vayáis aumentando la distancia que recorréis de manera progresiva. No os dejéis llevar por las endorfinas y paséis de correr 3k a correr 10k de un día para otro. Tanto vuestros músculos como vuestros tendones se han de acostumbrar a la actividad. No es bueno que corráis demasiado si éstos todavía no están hechos a correr. Si queréis un símil: sería como coger las mancuernas de 25kg. el primer día que entrenas en la sala de pesas.
Por supuesto, jamás os olvidéis de calentar antes de cada salida y de estirar bien después. Antes de comenzar a correr, movilizad bien las rodillas para lubricar la articulación y caminad antes de correr. Id caminando cada vez más rápido hasta que lleguéis al trote. Cuando acabéis estirad bien los músculos antes de que se enfríen, así no sólo los haréis más flexibles, también será más difícil lesionarlos.
Como bien me gusta decir, el hielo es el mejor antiinflamatorio que existe. Mucha gente piensa que si no estás lesionado no hay por qué utilizarlo. Craso error. Por supuesto, si estáis lesionados, el hielo os ayudará, pero si lo utilizáis aún sin lesiones, el hielo hará que se desinflamen los tejidos tras el entrenamiento. Yo siempre recomiendo 10 minutos de hielo después de cada carrera, por corta que sea, aunque no os duelan las rodillas. Poned unos cubitos en una bolsa y colocadla sobre vuestras rodillas, sólo esos 10 minutos os ayudarán a prevenir lesiones.
Hay estudios que afirman que gran parte de las lesiones son debidas a la falta de variedad en los entrenamientos, ya que se sobrecargan siempre los mismos músculos, articulaciones y huesos, que acaban lesionándose. Teniendo esto en cuenta, os recomiendo que variéis vuestros entrenamientos, no sólo en la distancia recorrida y la intensidad, sino también en la superficie. No corráis siempre por asfalto (es una superficie dura que implica un gran impacto), alternad entrenamientos en montaña, por arena… No sólo notaréis una gran diferencia en el rendimiento, también ayudaréis a proteger vuestras rodillas.
Por último, os recomiendo que ayudéis a vuestras articulaciones con una buena suplementación. La glucosamina y la condroitina son componentes naturales de los cartílagos. Aunque no hay ningún estudio científico que avale su efecto beneficioso para prevenir lesiones articulares, son elementos sin los que sería más fácil lesionarse. También hay que tener en cuenta que, para tener las articulaciones sanas, se ha de consumir diariamente la cantidad adecuada de líquido, calcio, proteínas, vitaminas A, C y D, magnesio y zinc. El efecto antioxidante y antiinflamatorio de los aceites omega-3, también favorece la salud articular.
Como veis, no es tan difícil. Ya no tenéis excusas. Dejad de mirar con envidia a los que corremos, olvidaos ya de ese miedo por vuestras rodillas. Buscad las zapatillas que más os convengan y, aprovechando que ya llega en buen tiempo, salid a disfrutar de este gran deporte, el running. No os arrepentiréis. J

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