domingo, 1 de marzo de 2015

VARICES. CÓMO EVITAR QUE APAREZCAN


Cada vez son más las personas que han de pasar por quirófano para quitarse alguna vena varicosa. Y no vayáis a pensar que sólo somos las mujeres las que sufrimos este problema. Los puestos de trabajo, el ritmo de vida, etc., hacen que cada vez más hombres tengan varices, un problema no sólo estético, sino que puede tener graves consecuencias para nuestra salud.
Sí, por desgracia, un porcentaje muy importante de la población sufre y sabe lo que son las varices, pero, ¿por qué salen?, ¿hay alguna manera de frenar su desarrollo?, ¿podemos hacer que desaparezcan?
Éstas son las principales preocupaciones de la gente con varices. Por eso, hoy en el post, voy a daros la información necesaria para que sepáis qué provoca esta enfermedad y cómo evitarla (si no la sufrís), o como frenarla (si la sufrís).
Para empezar, os hablaré en grandes rasgos de cómo funciona la circulación sanguínea en nuestro cuerpo. Todos sabemos que es el corazón el principal encargado de la circulación sanguínea. Es él el que bombea sangre oxigenada a todo el cuerpo, haciendo que cada tejido de nuestro organismo obtenga el oxígeno necesario para realizar sus funciones. Esta sangre recoge el dióxido de carbono resultante de estas funciones y vuelve al corazón. Éste envía esta sangre sucia a los pulmones, donde se oxigena y vuelve al corazón para poder ser enviada de nuevo a todo el cuerpo.

La sangre fluye por arterias, arteriolas, venas, vasos, capilares…, para poder llegar a cada rincón de nuestra anatomía. Ahora, si pensamos en nuestra disposición anatómica, podemos ver que la sangre que va hacia las piernas ha de recorrer un camino muy largo y difícil de vuelta al corazón. Es difícil porque la sangre se ha de mover en contra de la gravedad. Como la fuerza de las paredes de nuestras venas no es suficiente para que el retorno venoso desde las piernas sea efectivo, todos los tubos por los que circula la sangre en nuestras piernas están dotados de unas válvulas que ayudan a impulsar la sangre hacia arriba.
Si por algún motivo alguna de estas válvulas se estropea, el flujo sanguíneo de retorno se hace más difícil, se frena. La vena digamos que deja de funcionar correctamente. El paso de sangre es más lento y difícil en el punto donde la válvula no funciona correctamente, de manera que se acumula haciendo que la vena se inflame.
Si los afectados son capilares (venas muy finitas), aparecen las conocidas como arañas. Ahora, si las afectadas son venas, ya hablamos de varices. En un principio aparecen como un dibujo de la vena sobre la piel, en tono azulado. Pero, si no se frena su evolución, el problema irá a peor, haciendo que la vena esté cada vez más inflamada y produciendo problemas serios de salud (úlceras, trombos…), a parte de que pueden llegar a ser muy dolorosas.

A todos los que os preguntáis cómo pueden llegar a estropearse esas válvulas, os explico:
Uno de los mayores factores que provoca este problema es el sobrepeso. Si tenemos un exceso de grasa en nuestro cuerpo, ésta constriñe nuestras venas. Por mucho que las venas de nuestras piernas tengan válvulas, si las oprimimos, las válvulas tendrán que trabajar el doble para hacer pasar la sangre. Además, el exceso de grasa en sangre hace que ésta sea más viscosa, por lo que su transporte se hará más difícil. Este sobreesfuerzo hará que acaben estropeándose las válvulas.
La ropa extremadamente ajustada tiene el mismo efecto. Mucho cuidado con los vaqueros de pitillo. No dejan que la sangre circule correctamente y pueden llegar a hacer que alguna de nuestras válvulas se estropee, provocando la aparición de alguna variz.

Una alimentación inadecuada y el sedentarismo pueden hacer que las paredes de nuestras arterias, venas, etc., pierdan su elasticidad natural. Si se pierde esta elasticidad, la circulación sanguínea empeora en general. No hace falta decir que, si la circulación empeora en general, en las piernas irá peor, ¿no?
Tampoco es bueno estar mucho tiempo en la misma posición, ni sentado ni de pie. Es aconsejable activar cada cierto tiempo la musculatura de las piernas para que ésta ayude a activar nuestra circulación.
Por supuesto, y por desgracia, también hay un factor genético en este problema.
Ahora, ¿cómo hacer desaparecer una variz? Sólo hay una manera: el quirófano. Hay muchos que os intentarán vender la operación con láser (“es menos agresiva y la variz desaparece igual”). Personalmente, yo no lo aconsejo. Lo que hace la operación láser, básicamente, es limpiar la vena afectada (eliminar la sangre acumulada), de manera que sí, la variz desaparece. Pero no solventa el problema que la causa, es decir, no repara la/s válvula/s estropeada/s, por lo que la vena sigue funcionando mal y, en un tiempo, la variz reaparece.
La operación realmente efectiva requiere anestesia, obliga a tener reposo absoluto durante unos días y comenzar cualquier tipo de actividad poco a poco, requiere sus revisiones… Vamos, una operación en toda regla. Hablando básicamente, te quitan la vena que no funciona. Sí, te la quitan. Es la única manera de evitar todos los problemas que puede causar a la salud.

Eso sí, para que se pueda realizar esta intervención, la vena ha tenido que dejar de funcionar totalmente y, en algunos casos, en el momento de la intervención ya está causando o ha causado problemas serios. Así que, como sé que no os ha hecho mucha gracia la descripción de la intervención, os voy a dar unos pequeños trucos para frenar el proceso. Para que esas varices, ya que no se pueden eliminar, no vayan a más y poder evitar así la intervención.
Realizad actividad física a diario. Salid a caminar, a correr, id a nadar, haced rutas en bicicleta… Cualquier tipo de actividad física durante, al menos, media hora al día, hará que se active la circulación, ayudando también a la circulación de retorno de las piernas.
Si vuestro puesto de trabajo os obliga a estar de pie o sentados muchas horas, intentad moveros siempre que sea posible, realizad estiramientos, caminad por la oficina, la peluquería, la tienda (o el lugar en el que trabajéis). Además, si algún día no pudieseis salir a realizar ejercicio, haced estos sencillos ejercicios en casa, os ayudarán a activar la circulación de retorno de las piernas:
-                      Apretad los dedos de los pies todo lo fuerte que puedáis, como si quisierais coger algo con ellos. Aguantad un par de segundos y relajadlos otros dos segundos (hacedlo unas 20 veces).
-                      Caminad de puntillas y de talones. Lo ideal sería estar unos 5 minutos caminando de cada manera. Esto activará la musculatura y la circulación de las pantorrillas.
-                      Sentaos con las piernas elevadas y realizad círculos con los pies, sin mover las rodillas, sólo los tobillos (haced 20 círculos hacia un lado y 20 hacia el otro)
-                      Sentaos con las piernas elevadas y empujad con los talones lo más lejos que puedáis trayendo los dedos de los pies hacia vosotros, aguantad un par de segundos y hacedlo al revés, empujad los dedos lo más lejos posible (hacedlo unas 20 veces)

Cuidad la alimentación. Aumentad el consumo de hortalizas, verduras y frutas (sobre todo las ricas en potasio), la fibra y el potasio que aportan ayudarán a activar la circulación.
Evitad consumir alimentos ricos en grasas saturadas. Estos alimentos hacen que aumente el colesterol en sangre. Como ya he comentado, esto la hace más viscosa, y, por tanto, más difícil de transportar.
Evitad también consumir demasiada sal. Su consumo aumenta la retención de líquidos, problema asociado a los problemas circulatorios.
Aunque cada vez hay más investigaciones que avalan el consumo de café para mejorar el flujo sanguíneo debido a sus flavonoides, tampoco es recomendable excederse en su consumo. Se recomienda unas dos tazas al día. Si sois de los que, como yo, no podéis vivir sin el café, intentad pedirlo descafeinado.
Por supuesto, evitad usar ropa muy ajustada (pantalones, calcetines, ropa interior, cinturones…), sobre todo durmiendo. Los tacones demasiado elevados tampoco ayudan a nuestra circulación.
Evitad que os de el calor de manera directa en las piernas. Estufas, el sol, baños de agua caliente… Todo ello hará que empeore la circulación. Por el contrario, ducharse alternando agua tibia y agua fría (terminando siempre la ducha con agua fría), ayuda a activarla.
También es muy aconsejable tener las piernas ligeramente elevadas cuando os acostéis. Podéis utilizar un cojín por ejemplo. Esto hará que la sangre regrese más fácilmente porque colocáis la circulación de retorno a favor de la gravedad.
Como veis, los consejos que os doy para frenar el desarrollo de estas molestas venas (o para evitar que aparezcan) son muy fáciles de seguir. Tan solo hay que incorporar unas rutinas saludables en nuestro día a día. Tanto si te preocupan por motivos estéticos como si te preocupan por motivos de salud, te animo a que sigas estos consejos, tus piernas te lo agradecerán. J

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