viernes, 10 de abril de 2015

ASMA. TOTALMENTE COMPATIBLE CON EL EJERCICIO


Durante años se ha pensado que la gente que tiene asma no debe realizar ejercicio físico, ya que éste puede ser un desencadenante de una crisis asmática.
Una vez más voy a romper una lanza a favor de la actividad física. En contra de lo que siempre se ha pensado, a una persona no se le ha de prohibir que realice ejercicio físico simplemente por ser asmático. Esta enfermedad no es limitante en este sentido.
Es verdad que hay personas asmáticas cuya condición física es inferior a la recomendada. Esto suele ser debido a los límites que siempre les han puesto para la realización de cualquier tipo de deporte. Si desde pequeños no han realizado ningún tipo de actividad deportiva simplemente por ser asmáticos, es normal que su condición sea inferior a la media, ¿no creéis?
Su condición física también puede deberse a un mal estado nutricional inducido por el uso de corticoides o a otros factores (psicológicos, por ejemplo).
Ahora, estudios recientes demuestran que el ejercicio físico, realizado de manera adecuada, puede aportar muchos beneficios a las personas que sufren esta enfermedad.

Vamos a tener en cuenta que la actividad física, bien realizada, aumenta la capacidad pulmonar. Esto va a hacer que las hiperventilaciones que se ocasionan al realizar algún esfuerzo se reduzcan o, como mínimo que no sean tan fuertes, e irán mejorando conforme la capacidad física de la persona mejore. Así, la persona asmática, al realizar ejercicio, no sólo mejorará su condición física, también mejorará su tolerancia al ejercicio. Cada vez le costará menos.
A parte, el ejercicio también va a ayudar a disminuir la ansiedad y el nerviosismo que ocasionan los ataques. Se puede decir que aporta beneficios psicológicos.
Ahora, si eres asmático has de ir con cuidado. Como bien he dicho antes, para obtener los beneficios que he nombrado, hay que realizar la actividad que se escoja de manera correcta. Una persona asmática no puede comenzar a hacer ejercicio como lo haría cualquier otra persona. Vamos a tener en cuenta que todos, cuando realizamos una actividad física por primera vez, nos cansamos, nos sentimos fatigados e, incluso, tenemos sensación de ahogo. Todas estas sensaciones son todavía más fuertes en una persona asmática.
Así, una persona con asma ha de adaptarse a cualquier actividad física de manera progresiva. Sólo incorporándose a una actividad de manera progresiva aprenderán a distinguir, con el tiempo, entre la sensación de ahogo normal, la que todos sentimos cuando realizamos alguna actividad, y la sensación de ahogo por una crisis de asma.
A parte de esto, hay que tener en cuenta que el ejercicio, aunque puede ayudar a mejorar la calidad de vida de una persona asmática, no puede curar la enfermedad. Si eres asmático, has de seguir tomando la medicación prescrita por tu médico, aunque te encuentres mejor. Además, antes de realizar cualquier actividad por primera vez, es muy recomendable que lo consultes con tu médico. Él te podrá decir si la actividad que te propones realizar te conviene más o menos (dependiendo del grado de tu enfermedad), e, incluso, te puede aconsejar sobre qué actividades te irían mejor.
De forma general, os puedo dar unos consejos para intentar evitar sufrir un ataque de asma durante la realización de ejercicio:

Por lo general, el deporte más aconsejable para las personas asmáticas es la natación. Esto es debido a que uno de los principales desencadenantes de crisis asmática es el enfriamiento y la sequedad de las vías respiratorias. El hecho de que el ambiente de las piscinas climatizadas sea cálido y húmedo, hace que este deporte sea idóneo para los asmáticos.
También son aconsejables los deportes de equipo (ya que permiten la relajación momentánea) o cualquier actividad que se pueda realizar acompañado. Eso sí, las personas que realicen la actividad contigo han de saber que tienes asma para poder actuar correctamente en caso de que sufras una crisis.
Por el contrario, los deportes que requieren un esfuerzo físico intenso durante un tiempo prolongado (carreras de fondo, por ejemplo), pueden desencadenar una crisis, sobre todo si se practican al aire libre. Tened en cuenta que en invierno respiraréis aire frío, algo que, como he dicho, es uno de los principales desencadenantes de crisis asmática, y en primavera la atmósfera está cargada de todo tipo de pólenes, si sufres asma alérgico es casi imposible que no sufras una crisis.

Antes de realizar cualquier ejercicio, has de asegurarte de no tener ningún síntoma (tos, ruidos respiratorios, dificultad al respirar…) y de no padecer ningún proceso infeccioso que pudiera agravar la enfermedad. Si, mientras estás realizando cualquier ejercicio, notas cualquier síntoma, por pequeño que sea, para. Respira, tranquilízate y controla la crisis. Cuando todo pase podrás reincorporarte al ejercicio (siempre de manera progresiva).
Cómo no, jamás comiences un ejercicio sintiéndote cansado y lleva siempre encima la medicación necesaria en caso de aparición de síntomas de crisis.
También es muy recomendable evitar realizar cualquier actividad física en presencia de estímulos que puedan provocar asma (polen y otros alérgenos, humo y contaminación en general)

Si el calentamiento antes de realizar cualquier actividad física es muy importante para cualquiera de nosotros, lo es mucho más para una persona asmática. Éste ha de ser progresivo y ha de incluir movilidad articular, muscular y ejercicios respiratorios. Ha de ser progresivo y de una duración mínima de 10 minutos. De igual modo también es muy importante que no se pare de hacer ejercicio de golpe. La vuelta a la calma ha de ser gradual.
Es muy aconsejable que las personas asmáticas inspiren por la nariz y espiren por la boca. Sé que para la realización de algunas actividades es difícil, pero tened en cuenta que las fosas nasales ayudan a calentar y filtrar el aire que respiramos. Algo muy necesario para las personas con asma.
Como bien he dicho, estos consejos son muy generales. Y, como siempre digo, cada persona es un mundo. Consultad siempre a vuestro médico antes de comenzar una actividad y, cómo no, poneos siempre en manos de profesionales titulados. Sólo los entrenadores y preparadores físicos podrán guiaros para que realicéis cualquier actividad de manera segura, adaptando cada actividad a vuestra situación. Exigid titulación a las personas que os vayan a entrenar, no os pongáis en manos de cualquiera.
Como veis, el deporte no sólo no está contraindicado para personas asmáticas, bien al contrario puede ayudar mucho a mejorar. Eso sí, se han de tomar ciertas precauciones, pero eso no quiere decir que sea contraproducente, todo lo contrario. Si os sirve de ejemplo, os diré que grandes deportistas de elite como Indurain (ciclista), o Mark Spitz y Tom Dolan (nadadores) son asmáticos.


Quitaos el miedo a realizar ejercicio. Poneos en manos de profesionales. Haced las cosas de manera progresiva y con precaución y comenzad ya a hacer deporte. Vuestra salud os lo agradecerá. J


Para cualquier consulta: mejorsiesconsalud@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario