domingo, 12 de abril de 2015

FALSOS MITOS ALIMENTARIOS


¿Quién no ha oído decir alguna vez aquello de “el azúcar moreno engorda menos que el blanco” o “no comas pasta que  engordarás”?
Estos son sólo 2 de entre muchos mitos que se han ido creando en torno a la alimentación. Mitos que han arraigado y que la gente se cree a pies juntillas, sin cuestionarlos. Simplemente con oír las palabras “no engorda” o “engorda menos” la gran mayoría de gente cree y hace lo que sea.
Una vez más, vamos al problema social por antonomasia de las últimas décadas: el sobrepeso y la obesidad. La gente que busca perder cierto volumen, puede llegar a creerse cualquier cosa y a hacer cualquier tontería para lograrlo cuanto antes. Una vez más os tengo que recordar aquello de “las cosas de palacio van despacio”. No busquéis resultados rápidos. Realizad ejercicio diario, llevad una buena dieta y tened paciencia. Dejad que vuestro cuerpo se vaya acoplando al nuevo estilo de vida y, antes de lo que creéis, os veréis sorprendidos por los resultados.

Ahora, de todo, lo más importante es la alimentación. Si haces ejercicio pero tu alimentación no es la adecuada, no verás esos resultados que estás buscando. He aquí el problema. Muchas veces es casi imposible recomendar ciertos hábitos alimenticios porque la gente cree en ciertos mitos que, aún sin ser ciertos, les condicionan a la hora de comportarse con su dieta. Así, es casi imposible encontrar a alguien que cuando le dices “deberías de comer más pasta” no te conteste “¿Pasta? ¡Pero si eso engorda!”, o a alguien que se niegue a dejar de beber refrescos porque “los refrescos que tomo son light, no engordan”. Por no hablar de lo que suelen decir cuando les comentas que deberían de hacer un mínimo de 5 comidas al día.
Por eso escribo el post de hoy. Voy a desmentiros los que, para mí, son los mitos alimentarios más arraigados en la sociedad con la finalidad de que podáis equilibrar mejor vuestra dieta, y con la esperanza de que dejéis de hacer ciertas barbaridades que seguro que más de uno está haciendo:

-                        Los productos light no engordan: los productos light o diet son aquellos en los que se ha reducido el contenido de grasa, azúcares o sales. Pero esto no significa que se haya disminuido su aporte calórico. Bien al contrario, cuando se reduce la grasa de un producto, se le suele añadir algún tipo de azúcar para potenciar el sabor, y si lo que se reduce es el azúcar, lo suelen sustituir por edulcorantes que nuestro organismo metavoliza transformándolos en azúcares, afectando así a nuestro peso.

-                        Para adelgazar hay que hacer menos comidas: si se deja pasar mucho tiempo entre dos comidas, se ralentiza el metabolismo. Esto hace que se quemen menos calorías y que el cuerpo acumule grasa. Además, las personas que hacen menos comidas tienden a comer más por la noche, justo cuando el metabolismo es más lento. La mejor manera de adelgazar es realizar 5 comidas al día, incluyendo en cada una de ellas verdura y fruta.

-                        El azúcar moreno engorda menos que el azúcar blanco: tanto el azúcar blanco como el moreno aportan 400 calorías por cada 100 gr. de producto. La única diferencia entre ellos es que el azúcar moreno no ha sufrido el proceso de refinamiento que sufre el blanco, por lo que es más nutritivo y natural.

-                        La pasta engorda: la pasta tiene un bajo contenido en grasas y es una muy buena fuente de energía debido a su alto contenido en hidratos de carbono. Así que, no sólo no engorda, sino que es muy recomendable incluirla en una buena dieta de pérdida de volumen. Eso sí, su consumo ha de ser moderado. Realmente, lo que te puede engordar de un plato de pasta es la salsa que la acompaña. En eso sí que hay que tener cuidado.

-                        El pan tostado engorda menos que el pan natural: al tostarlo, el pan sólo pierde el agua que contiene, no pierde ni una sola caloría. Así que tanto el pan natural como el tostado engordar exactamente lo mismo.

-                        La fruta después de comer engorda: las calorías que aporta la fruta son exactamente las mismas si la tomas antes o después de comer. Es cierto que tienen cierto efecto saciante, por lo que si las tomas antes de comer controlarás mejor tanto la cantidad de comida que ingieres como la ansiedad con la que la ingieres. Pero también es cierto que es mejor comer fruta de postre que cualquier pasta dulce. Así, no importa cuándo comas la fruta, lo importante es comerla.

-                        Los alimentos que contienen grasas vegetales son más sanos: a ver, esto, en general, es cierto. Pero existen ciertos aceites vegetales (palma y coco), que se utilizan en la elaboración industrial de alimentos, cuyas grasas son saturadas (no insaturadas como en el resto de aceites vegetales). Estos aceites pueden ser perjudiciales si se consumen en exceso.

-                        El zumo de pomelo y el de limón ayudan a quemar grasas: a estos dos cítricos se les ha atribuido un poder quemagrasas simplemente porque son ácidos. Pero su ácido es cítrico, un ácido que no quema grasas. La famosa dieta del pomelo fue creada como un truco para aumentar las ventas de este producto (y lo consiguió).

-                        Las verduras frescas son mejores que las congeladas: las verduras congeladas pueden ser más sanas que las frescas. Esto es debido a que se congelan nada más se recolectan, por lo que mantienen todas sus propiedades nutricionales intactas. Por el contrario, las verduras frescas pasan hasta varias horas sin ningún tipo de refrigeración tras la recolecta, por lo que sufren pérdidas nutricionales importantes


Repasad bien la lista, ¿verdad que pensabais que alguno, o varios, de estos mitos era totalmente cierto? Desterrad estas ideas de vuestra cabeza. Vuestra alimentación se volverá más sana y tanto vuestro cuerpo como vuestra salud os lo agradecerán. J


Para cualquier consulta: mejorsiesconsalud@gmail.com

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