martes, 14 de abril de 2015

QUEMA GRASA DURMIENDO BIEN


Se acerca el calor, se acerca la estación en la que llevamos menos ropa. Y es justo ahora, que comenzamos a notar que suben las temperaturas, cuando a la gran mayoría le entran las prisas para perder esos kilitos de más que ha ganado durante las fiestas de Semana Santa (aunque hay quien lleva desde finales del verano pasado acumulando).
Por suerte, cada vez son más las personas que deciden hacer las cosas bien desde un principio y no dejan este tema para última hora. Cada vez estamos más concienciados de que hay que llevar una vida sana, no sólo por tener un buen físico, sino porque cada vez somos más conscientes de los peligros de una vida basada en la mala alimentación y el sedentarismo.
Sí, cada vez hay más gente que acude a un buen nutricionista/endocrino para que les guíe y aconseje para poder llevar una alimentación sana y equilibrada. Cada vez más gente acude al gimnasio a entrenar, a divertirse en las clases colectivas y/o preguntan por entrenamientos para poder trabajar todo el cuerpo en casa, en el parque, en la playa… Pero, aun así, un gran número de personas no ven los resultados que se esperan o tardan demasiado en verlos. Es frustrante, ¿verdad?
Hay personas que me han preguntado, decepcionados, por qué, con el esfuerzo que realizan, no obtienen resultados o van tan lentos. Por supuesto, les he de hablar de la genética de cada uno. Cada persona es un mundo y cada cuerpo reacciona de una manera distinta ante el mismo estímulo. Hay personas a las que les costará más acelerar el metabolismo que a otras. Siempre pido paciencia.

A parte de hablarles de genética, también suelo hacer una pregunta que suele sorprender: ¿duermes lo suficiente? Seguro que más de uno también se ha sorprendido ahora. Sí, aunque cueste de creer, la cantidad y la calidad de sueño afecta directamente a la cantidad de grasa que nuestro cuerpo es capaz de quemar.
Ante todo quiero aclarar que no, durmiendo no se activa ningún tipo de hormona que nos haga quemar grasa. El hecho demostrado es que no dormir, o dormir mal, puede producir alteraciones en nuestro organismo que incluyen cambios en las hormonas que regulan el apetito y la saciedad. Esto hace más difícil mantener o perder peso, ya que hará que comáis más y con más ansiedad. Os explico:
Hay estudios que han demostrado que las personas que menos duermen son más propensas a ganar peso que aquellas que duermen más. Esto es debido, como acabo de comentar, a que la privación crónica del sueño produce alteraciones en las hormonas que controlan el apetito y la búsqueda de alimentos.
Estas hormonas son la grelina y la leptina. La grelina se segrega en el tracto gastrointestinal y nos hace comer más. La leptina, al contrario, nos indica que estamos saciados y nos hace parar de comer.
Así, se demostró que aquellos que duermen menos de 8 horas diarias tienen niveles de leptina más bajos que aquellos que duermen 8 o más horas al día. Así que tardan más en sentirse saciados. Pero no sólo sus niveles de leptina son más bajos, además se elevan sus niveles de grelina, por lo que comen más. Imaginaos el resultado. Si comen más y tardan más en sentirse saciados, lógicamente, aumentan sus niveles de grasa corporal.

Por otro lado, también he de hablar de la hormona del crecimiento. Hormona que ayuda a reducir el porcentaje de grasa corporal y a aumentar el de masa muscular. Esta hormona se segrega durante el sueño, sobre todo en las etapas de sueño profundo. Si no dormimos lo suficiente cada noche, la secreción de esta hormona será mucho menor por lo que se pueden llegar a reducir los niveles de masa muscular y a aumentar los de grasa corporal.
Así podemos ver que hay una relación inversamente proporcional entre la cantidad y la calidad de nuestro sueño (sueño continuo y profundo) y nuestro nivel de grasa corporal. Es decir, cuanto menos durmamos, más grasa almacenaremos.
Ahora, cuidado. No os estoy recomendado que paséis el día en la cama o en el sofá. NO. Ya os comenté hace un tiempo en otro post los peligros de la vida sedentaria. Lo que os estoy pidiendo es que intentéis dormir entre 8 y 8.5 horas seguidas cada noche y que hagáis que ese sueño sea de calidad.

Ya sé que el ritmo de vida que se nos impone va a hacer que sea imposible para la gran mayoría lograr reunir 8 horas cada noche para dormir. Muchos sólo lograrán hacerlo en fin de semana. Pero si tenéis que dormir sólo 6 ó 7 horas, haced lo imposible para que ese sueño sea de calidad, el conocido como sueño reparador (realmente lo es). A este respecto os puedo dar unos pequeños consejos para intentar lograrlo.
-                      Haced ejercicio. El ejercicio hace que segreguemos endorfinas (hormona de la felicidad), lo que ayudará a que os relajéis y a que se disminuyan las tensiones y el estrés que hayáis podido acumular a lo largo del día. La actividad física tiene la gran virtud de hacernos olvidar problemas. Este estrés y estos problemas son una de las principales causas de insomnio en la sociedad actual. Si lográis llegar sin ellos a la hora de dormir, no sólo tardaréis menos en dormiros, vuestro sueño será mejor. Eso sí, si la actividad que decidís realizar es intensa, procurad realizarla, al menos, 4 horas antes de acostaros. De lo contrario, puede tener el efecto contrario.

-                      Controlad lo que cenáis. Si cenáis copiosamente y, además, el menú es pesado (fritos, salsas…), os acostaréis con una gran sensación de pesadez. Estas digestiones tan pesadas no os dejarán dormir y, cuando logréis conciliar el sueño, éste será agitado. En definitiva, no descansaréis. La cena ha de ser la comida más ligera del día (ensaladas, verduras al vapor, carnes o pescados a la plancha…). Así vuestro estómago os dejará descansar como debéis.

-                      La habitación es para dormir. Cada vez es más común ver a gente que instala una televisión en su habitación, o que coloca el teléfono móvil en su mesilla de noche a modo de despertador. Gran error. Todos aquellos que os acostáis y encendéis la televisión tardáis mucho más en dormiros que los que no tenemos televisión en la habitación. Os engancháis a cualquier película o programa que estén haciendo y no os dormís hasta la madrugada. Además, muchos os quedáis dormidos con la televisión encendida, con lo que realmente percibís cada sonido que ésta emite, sonidos que no dejan que vuestro cerebro ni vuestro cuerpo se relajen y descansen como es debido.

Por otro lado, el móvil siempre puede sonar, puede llegar algún mensaje, notificación… Haciendo que, aunque sea durante unos segundos, interrumpáis el sueño. Esos segundos de interrupción rompen por completo los beneficios reparadores del sueño. Aunque lo pongáis en silencio, vuestro cerebro puede percibir la vibración del móvil en el silencio de la noche. Así que, dejad el móvil en otra habitación y compraos el típico despertador para no dormiros por la mañana.
Lo dicho, vuestra habitación ha de ser para dormir, no un salón recreativo.

Como veis, dormir bien es más importante de lo que pensabais. Puede marcar la diferencia entre que veáis los resultados que buscáis llevando un estilo de vida sana o que os frustréis intentando algo que tarda en llegar. Intentad que vuestro sueño gane en calidad, no es difícil. Creedme, vuestra salud y vuestro cuerpo lo agradecerán. J


Para cualquier consulta: mejorsiesconsalud@gmail.com

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